No soy gran consumidor de patatas, pero están ahí. No hay que despreciarlas. Llegué a las patatas por la parte, por la salsa, por un frasco de mojo picón que encontré el sábado en los grandes almacenes. Una salsa que es canaria, pero de marca El Argentino y fabricada en Asturias: extraña mixtura nacionalista.
Así hice las patatas con mojo picón: las herví diez minutos en agua, las metí otros tantos en el horno como a 180º (fueron pocos grados o minutos, porque quedaron duras) y luego añadí pimentón agridulce de La Vera, queso emmental, sal, aceite de oliva y la salsa citada.
A pesar de su rigidez, me pareció un plato más que aceptable.
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El tema de asar patatas al horno e introducirles elementos creo que tiene un nombre, pero no lo recuerdo...
Sala Pro Raíz Culinaria
Hace 1 mes