lunes, 30 de agosto de 2010

Aguaíllo

Estuve en la ciudad de Évora, en el interior de Portugal, un lugar tranquilo, suavemente turístico, con las paredes blancas y ocres. Comimos en el Burgo Velho, un agradable local típico y recomendable. De primero, pedí un gazpacho, en lugar de la presumiblemente pesada sopa alentejana, caliente y de tomate. Me sorprendió el aspecto líquido, acuoso, del gazpacho que nos sirvieron, con los tropezones flotando, sin licuar, y unos cubitos de hielo que mantenían la mezcla verdaderamente fría. Me pareció muy refrescante, muy ligero, muy saludable, así que me he propuesto probar el experimento. En España, por lo visto, se conoce como aguaíllo.




Los ingredientes que he utilizado son los mismos que los del gazpacho, pero todo revuelto y sin batir. El corte de los pepinos y demás tiene que ser más esmerado, claro, tipo daditos. He leído en internet que se puede añadir también manzana.

-Tomate
-Pepino
-Pimiento rojo
-Pimiento verde
-Cebolla
-Ajo (muy fino)
-Pan (de cualquier día, yo he usado uno que tenía en el congelador)
-Aceite
-Vinagre
-Sal
-Agua (y dos o tres cubitos de hielo)

Queda calor todavía, así que no desdeñen este interesante plato, estimados lectores.